jueves, 10 de julio de 2008

Mesón Los Portales (la primera en la frente)

Mesón los Portales, Plaza Mayor, 23 - Cáceres
Miércoles, 9 de julio de 2008. 14,30 h
(Por lo general pondré foto de todo cuanto me pongan, pero hoy es un caso especial y espero que me dispensen)




Menú (El resto de la carta lo componen platos combinados)
1. Migas - Gazpacho - Salmorejo - Paella
2. Secreto ibérico - Solomillo ibérico a la torta del Casar - Dorada
Pan, Vino, Postre
¿Dónde?
Está ubicado en el rincón noroeste de la Plaza Mayor de Cáceres, bajo los soportales, concretamente al lado del Mesón los Arcos y cerca del clásico bar de la movida, La Farmacia. En verano dispone de terraza con asientos de aluminio bastante incómodos, a pesar de ser acolchados. Por adelantar algo, traeré a colación una cita de mi amigo Paco, también amante del buen comer, que "evita muchos disgustos cuando se come fuera de casa":

" Si en el parking hay camiones, bueno y barato. Si hay matrículas extranjeras, malo y caro."

Los Portales, debido a su ubicación en el casco antiguo, no ofrece aparcamiento pero el 90% de la clientela de este día era extranjera, británica y centroeuropea, por concretar un poco. Es un dato fácil de advertir: Todos los extranjeros llevan ese uniforme clásico de la blusa de tirantas con colores chillones y los pantalones piratas, pelo quemado y piel de carabinero al vapor.

Mi cuñado, también dado a la cultura gastronómica y proverbial, después de haber comido y bebido por medio mundo (es un reconocido enólogo y catador profesional) ha postulado que:

"Para hablar de comida barata hay que partir de un mínimo de calidad, de no superar ese mínimo, la comida mala siempre resulta cara."

De vinos:
Sólo tienen tres vinos extremeños en la carta. El mejor es el Tentudía, con lo cual decido aventurarme con el de la casa. Tapón de rosca con centro de corcho, sin procedencia. Agrio, áspero, sabor a plástico y sinceramente repugnante. Por suerte he pedido Casera blanca.

Comamos:
Llega rápido el salmorejo, con algunos dados de huevo duro y jamón de cerdo blanco. Tiene un color rosa blancuzco y no huele a nada. Al moverlo presenta una textura demasiado densa y pegajosa, y en boca es aun peor pues resulta arenoso: No tiene apenas tomate, ni maduro ni de otro tipo,pues no huele a nada y no tiene color mínimamente rojo (el salmorejo presenta un rojo más subido que el gazpacho, al no llevar pepino molido ni agua que lo diluyan) El aceite, en caso de llevarlo, no es de oliva, pues la mezcla rosa no parece dorada ni por asomo, ni huele a nada. El ingrediente fundamental es pan molido, que ni siquiera ha sido remojado previamente, de ahí la textura arenosa e hiperdensa. Tiene un gusto fuerte a ajo, pese a que no tiene aromas, indicativo del ajo chino o blanco que aliña la mezcla, en lugar del ajo autóctono (castaño).
Entretanto, a mis pies, unas palomas pelean por unos trozos de pan escurridos de las mesas vecinas. A la lucha se incorporan pardales que se disputan los bocados que escapan a las primeras. Poco a poco, los pájaros pierden el miedo y se aventuran a atacar las mesas vacías que no tienen retirado el servicio. Me dan con las alas y todo, y hasta puede que se me hayan cagado encima.
El solomillo, horriblemente presentado, como despedazado por un cuchillo romo, requemado y con patatas que, nuevamente, ni saben ni huelen a nada. Apenas hay un rastro de torta fundida que se ha mezclado con la costra tostada de la carne y queda al fondo como una pasta parda con sabor a quemado. La carne está chiclosa y mal cocinada, turrada por fuera e irregular por dentro. No sabe más que a quemado, no conserva jugo alguno y la pasta de torta, apenas una línea en el fondo, no le aporta matiz, ni máscara posible.
Debería tener paciencia y esperar el postre, pero decido tomar un café solo en su lugar y salir por piernas. El café es francamente malo, marca Delta, torrefacto en exceso y servido en taza de tamaño parecido al de desayuno. En fin.
¡Camarero!
El servicio es regular. Mi camarera, más o menos agradable, aunque poco atenta. El camarero que atiende la fila de mesas de al lado se pasa el tiempo reprochándole algo en voz alta.
Calidad/Precio:
Diez euros todo. La relación, aunque el menú fuese regalado, seguiría siendo pésima.
Concluyendo:
Siento haber comenzado con tan mal pie. ¿Ven como no era para tirar fotos? (es broma, no llevaba la cámara)



1 comentario:

Unknown dijo...

yo he estado trabajando en este restaurante y después de haber trabajado en la hostelería durante más de 15 años recomiendo no visitar este establecimiento. La plantilla no es nada profesional y el gerente es un veinteañero inepto egocentrico e inexperto.